Volvemos de nuevo después de más de dos meses sin dar casi señales de vida. Entre unas cosas y otras me ha sido imposible seguir con las reseñas: mudanza, falta de internet, dedicación a otros proyectos que llevo en danza y un largo etcétera me ha mantenido un poco alejada del blog, aunque de momento he vuelto; a pesar de esto previsiblemente y debido a un compromiso ineludible que se presentará en septiembre estaré otra temporada con el blog no tan al día como me gustaría. De todas maneras estamos en verano y el que más y el que menos está de vacaciones y así no se le amontona el trabajo a la vuelta.
Pero dejando de lado mis múltiples quehaceres, vamos a centrarnos en el comentario de rigor, que en esta ocasión hace referencia a una mal llamada novela corta, según mi punto de vista, pues más que novela es un pequeño relato. Se trata de "El guerrero de la Serreta", publicado en 2009 por Miguel Lucas Cantó, quien fue, no solo el autor, sino que editó él mismo el libro y se encargó de realizar la portada y las tres láminas que ilustran el texto, estas últimas mucho mejores que el propio relato.
¿Qué decir del texto? Pues que tristemente recuerda demasiado al tipo de escritura que realiza el reseñado en otras ocasiones Calero Picó: estilo literario nefasto lleno de frases demasiado cortas y sin enlazar, historia simplista, personajes cuya personalidad no llega ni por asomo a presentarse al lector, desarrollo de historias dentro del hilo principal que quedan sin terminar... En resumen, que si tuviéramos que ponerle nota, el libro no llega al cinco.
El autor tiene buena intención, según la solapa de la cubierta del libro, su objetivo es el de hacer que a través de una narración interesante y amena los jóvenes se interesen por la arqueología. Pero lo único que consigue es una historieta más que aburrida salpicada con términos arqueológicos o específicos de la historia antigua que no motivan a nadie a interesarse por el tema. Quien esté interesado o quiera motivar a los más jóvenes aconsejo una visita al Museu Arqueològic Municipal antes que leerles semejante tostón.
Una verdadera lástima.
¿Qué decir del texto? Pues que tristemente recuerda demasiado al tipo de escritura que realiza el reseñado en otras ocasiones Calero Picó: estilo literario nefasto lleno de frases demasiado cortas y sin enlazar, historia simplista, personajes cuya personalidad no llega ni por asomo a presentarse al lector, desarrollo de historias dentro del hilo principal que quedan sin terminar... En resumen, que si tuviéramos que ponerle nota, el libro no llega al cinco.
El autor tiene buena intención, según la solapa de la cubierta del libro, su objetivo es el de hacer que a través de una narración interesante y amena los jóvenes se interesen por la arqueología. Pero lo único que consigue es una historieta más que aburrida salpicada con términos arqueológicos o específicos de la historia antigua que no motivan a nadie a interesarse por el tema. Quien esté interesado o quiera motivar a los más jóvenes aconsejo una visita al Museu Arqueològic Municipal antes que leerles semejante tostón.
Una verdadera lástima.
2 comentarios:
Espero que no seas tan dura conmigo !!! ;) jajajaja
No es cuestión de ser dura o blanda. Pero si uno hace un blog para opinar sobre libros y al final no dice lo que realmente piensa por no ofender, ¿de qué sirve hacerlo?
Por cierto, ya estoy leyendo el tuyo, así que no creo que tarde mucho en hacer la reseña.
Un saludo.
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