Si hay algo de lo que los alcoyanos siempre se han sentido orgullosos es, posiblemente y sin contar las fiestas de moros y cristianos, el proceso de industrialización, la iniciativa industrial y el movimiento obrero. Como ejemplo de este fenómeno puede hacerse una larga lista de todas aquellas fábricas existentes en nuestra ciudad desde el siglo XV hasta la actualidad: industria textil, papelera o metalúrgica las más importantes, pero también otros sectores como los transportes o los seguros. Pues es esto precisamente lo que Ricardo Canalejas Romá hace en su libro "Horas extraordinarias", una relación de las fábricas y comercios más importantes de nuestra ciudad aunque, eso sí, limitándose básicamente a las existentes en el siglo XX y algunas pinceladas de finales del XIX.
En el libro, como en todos los trabajos de este autor, priman sobre todo las fotografías por encima del texto, fotografías que en ocasiones son muy interesantes y curiosas, pues de hecho no solo han colaborado en la aportación de las imágenes varios particulares, sino que también lo han hecho entidades importantes como el Archivo Municipal de Alcoy, el cual cuenta con una impresionante fototeca, el periódico Ciudad, la editorial Marfil o la Textil Alcoyana. El resultado es una colección de fotografías sobre la industria de nuestra ciudad realmente importante.
El libro está dividido en capítulos que corresponden a cada uno de los sectores económicos: textil, ocupa más de la mitad del libro y está dividido en diferentes subgrupos, hilados y tejidos, acabados y tinte, fieltros y tacos, peines para telar, tubos para hilaturas y, finalmente, género de punto, metal, papel y madera, servicios, que englobaría distintas actividades como los transportes, las aceitunas y las harinas, y para acabar hace mención a empresas como Germaine de Capuccini, la Mutualidad de Levante o la Unión Alcoyana. Normalmente no haría una relación tan detallada del contenido de un libro de estas características, pues para eso está el índice; el problema radica en que, a pesar de que existe un índice alfabético en las páginas finales, al autor se le ha olvidado poner uno general del contenido, lo que dificulta ver de un único vistazo qué podemos encontrar en el interior de la monografía (o al menos el ejemplar que yo he consultado no lo tiene).
Después, también hay que decir que da la sensación de que al autor le llegan fotografías que evidentemente le tiene que haber gustado mucho, porque no se entiende qué pintan en un libro sobre los distintos sectores económicos alcoyanos imágenes de la piscina del Preventorio, la piscina municipal (de hecho Ricardo Canalejas ha dedicado todo un libro a este espacio, titulado "Si la piscina parlara...", del que ya hablaremos en otra ocasión), la Asociación de San Jorge, Fontilles o la ONCE.
En resumen y ya para acabar, el autor se mantiene en la línea de sus trabajos: muchas fotografías y poco texto, apenas unos esbozos de todo lo que se podría decir, posiblemente cosas que le han contado aquellos que le han cedido las fotografías. De todas maneras me parece un tema muy interesante y una buena idea la reunión de todas las industrias en un libro, aunque hay que señalar que a pesar de que se incluyen muchas fábricas, comercios y sectores, también faltan otros muchos. Lástima que sea tratado de forma tan tan superficial.
Para tristeza de todos, este libro permite ver claramente lo que fue Alcoy y en que se ha convertido, una ciudad que pierde habitantes a la carrera en beneficio de los pueblos de alrededor, quienes, hasta la llegada de la famosa crisis, parece que han sabido mantener mejor la industria que nuestra ciudad.
Ah, por cierto, los beneficios de la venta de los libros fueron destinados a entidades benéficas alcoyanas.
En el libro, como en todos los trabajos de este autor, priman sobre todo las fotografías por encima del texto, fotografías que en ocasiones son muy interesantes y curiosas, pues de hecho no solo han colaborado en la aportación de las imágenes varios particulares, sino que también lo han hecho entidades importantes como el Archivo Municipal de Alcoy, el cual cuenta con una impresionante fototeca, el periódico Ciudad, la editorial Marfil o la Textil Alcoyana. El resultado es una colección de fotografías sobre la industria de nuestra ciudad realmente importante.
El libro está dividido en capítulos que corresponden a cada uno de los sectores económicos: textil, ocupa más de la mitad del libro y está dividido en diferentes subgrupos, hilados y tejidos, acabados y tinte, fieltros y tacos, peines para telar, tubos para hilaturas y, finalmente, género de punto, metal, papel y madera, servicios, que englobaría distintas actividades como los transportes, las aceitunas y las harinas, y para acabar hace mención a empresas como Germaine de Capuccini, la Mutualidad de Levante o la Unión Alcoyana. Normalmente no haría una relación tan detallada del contenido de un libro de estas características, pues para eso está el índice; el problema radica en que, a pesar de que existe un índice alfabético en las páginas finales, al autor se le ha olvidado poner uno general del contenido, lo que dificulta ver de un único vistazo qué podemos encontrar en el interior de la monografía (o al menos el ejemplar que yo he consultado no lo tiene).
Después, también hay que decir que da la sensación de que al autor le llegan fotografías que evidentemente le tiene que haber gustado mucho, porque no se entiende qué pintan en un libro sobre los distintos sectores económicos alcoyanos imágenes de la piscina del Preventorio, la piscina municipal (de hecho Ricardo Canalejas ha dedicado todo un libro a este espacio, titulado "Si la piscina parlara...", del que ya hablaremos en otra ocasión), la Asociación de San Jorge, Fontilles o la ONCE.
En resumen y ya para acabar, el autor se mantiene en la línea de sus trabajos: muchas fotografías y poco texto, apenas unos esbozos de todo lo que se podría decir, posiblemente cosas que le han contado aquellos que le han cedido las fotografías. De todas maneras me parece un tema muy interesante y una buena idea la reunión de todas las industrias en un libro, aunque hay que señalar que a pesar de que se incluyen muchas fábricas, comercios y sectores, también faltan otros muchos. Lástima que sea tratado de forma tan tan superficial.
Para tristeza de todos, este libro permite ver claramente lo que fue Alcoy y en que se ha convertido, una ciudad que pierde habitantes a la carrera en beneficio de los pueblos de alrededor, quienes, hasta la llegada de la famosa crisis, parece que han sabido mantener mejor la industria que nuestra ciudad.
Ah, por cierto, los beneficios de la venta de los libros fueron destinados a entidades benéficas alcoyanas.
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