Las obras de Miguel Abad Miró, Polín Laporta, Manolo Solbes Arjona, Ramón Castañer Segura, Antonio Gisbert, Antoni Miró, Peresejo, Fernando Cabrera Cantó... y de toda una lista de artistas alcoyanos son el objeto de las reseñas y comentarios que Adrián Miró hace en su último libro "El pincel y la pluma : comentarios y reseñas sobre arte y artistas alcoyanos", editado recientemente por el CAEHA. Desde luego, el título no da opción al equívoco.
Las cincuenta y cinco reseñas sobre obras artísticas y sus autores que contiene este trabajo no son recientes (a excepción de las últimas), sino que se trata de una selección de comentarios aparecidos en distintos medios como revistas, periódicos y catálogos, por poner algunos ejemplos, aunque la mayoría de ellos están sacados del periódico local "Ciudad". El periodo cronológico que abarca es bastante amplio y, lo más importante, forman una continuidad en el tiempo desde 1988 hasta la actualidad en 2008; el autor también incluye en el libro otras tres reseñas que se encuentran bastante distantes en el tiempo, ya que están fechadas en 1953, 1965 y 1967.
Al final del libro se incluyen 17 láminas con algunas de las obras comentadas, aunque es realmente una pena que no se incluyan las imágenes de otras muchas.
El resultado es una visión particular de Adrián Miró sobre el arte alcoyano del siglo XIX y XX que permite al lector hacerse una idea demasiado general de los pintores y su obra. Por otro lado, el hecho de que el autor aune algunas de las intervenciones que ha ido realizando a lo largo de más de dos décadas, también permite ver la evolución que el propio Miró ha ido realizando en su manera de escribir y ver el arte.
Las cincuenta y cinco reseñas sobre obras artísticas y sus autores que contiene este trabajo no son recientes (a excepción de las últimas), sino que se trata de una selección de comentarios aparecidos en distintos medios como revistas, periódicos y catálogos, por poner algunos ejemplos, aunque la mayoría de ellos están sacados del periódico local "Ciudad". El periodo cronológico que abarca es bastante amplio y, lo más importante, forman una continuidad en el tiempo desde 1988 hasta la actualidad en 2008; el autor también incluye en el libro otras tres reseñas que se encuentran bastante distantes en el tiempo, ya que están fechadas en 1953, 1965 y 1967.
Al final del libro se incluyen 17 láminas con algunas de las obras comentadas, aunque es realmente una pena que no se incluyan las imágenes de otras muchas.
El resultado es una visión particular de Adrián Miró sobre el arte alcoyano del siglo XIX y XX que permite al lector hacerse una idea demasiado general de los pintores y su obra. Por otro lado, el hecho de que el autor aune algunas de las intervenciones que ha ido realizando a lo largo de más de dos décadas, también permite ver la evolución que el propio Miró ha ido realizando en su manera de escribir y ver el arte.
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