Les cendres del cavaller

¿Quién no ha oído hablar del "Tirant lo Blanc"? El libro de caballería escrito por el autor valenciano Joanot Martorell, comparable al Don Quijote de Cervantes en lengua castellana. Éste es un  libro que tengo pendiente en mi lista de libros que tengo que leer, junto a otros clásicos que poco a poco voy leyendo, intercalados con otros no tan clásicos y, en ocasiones, hasta comerciales y absolutos bodrios.

Pero en este caso no voy a hablar del "Tirant", sino que voy a hacerlo de otro libro muy relacionado con éste. Se trata de "Les cendres del cavaller", del autor alcoyano Silvestre Vilaplana.

Joanot Martorell, fue un noble valenciano que vivió en el siglo XV y cuyas andanzas están a la altura de las vividas por el protagonista de su única e irrepetible obra. Se movió entre distintas cortes europeas y conoció a personajes importantes del momento. Pretendió vivir una vida caballeresca entre la edad media y la edad moderna, en un momento de cambio donde los valores clásicos de nobles, honor y caballería estaban siendo sustituidos por los de burgueses, dinero y leyes. Acabó sus días completamente arruinado, hasta el punto de tener que vender las pocas posesiones que le quedaban, incluso el manuscrito del "Tirant".

"Les cendres del cavaller" es una novela que narra la vida de Martorell. Cuando Joanot ha alcanzado una edad avanzada y cuando se da cuenta de que el fin de sus días está cerca, decide escribir una carta a Martí Joan de Galba contándole su vida y pidiéndole que preserve su libro. Y éste es el inicio de "Les cendres...", el cual, a través de sus páginas, transporta al lector a ese momento de cambio que citaba de forma amena: la batalla de Ponza entre la corona de Aragón y Génova, la conquista de Nápoles por Alfonso V,

las disputas entre el príncipe Carlos de Viana y su padre Juan II, etc.

No en vano esta obra fue ganadora del Premi de Novel·la Ciutat d'Alzira en 2003, y en 2006 el Premi de la Crítica Serra d'Or. Aunque cogí el libro con un poco de pereza, he de reconocer que más que gustarme me ha encantado. Su lectura es fácil y muy entretenida, los ingrediente, aventura, amor, acción..., están combinados de manera perfecta para hacer que el lector no se aburra en ningún momento, y su faceta didáctica presentando a uno de los autores claves de la literatura catalana es innegable. 

Un libro que nadie debería perderse. Entretiene, enseña  y engancha. Indispensable.